1. (Juan 3:1-3) Nicodemo viene a Jesús de noche.
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Existe un real proceso de Dios con el hombre desde el inicio de la creación. El señor anhelaba que el hombre no le fallara, sino que perdurara en obediencia, pero no fue así, sin embargo su amor y su obra no termino allí, se manifestó de una forma distinta, pero con la misma intensidad como cuando le creo.
A pesar de los años, hemos visto como la reveldia y el capricho asociado al orgullo, se han convertido en barreras entre el propósito de Dios y los anhelos de la carne, sin embargo el plan se cumple, y es por esa razón que el nacer de nuevo es una oportunidad para volver al punto de inicio, crear una relación con el Padre como solo él mismo ha diseñado, no resulta solo de creer, sino de confiar que puede ser cierto, se puede nacer en este cuerpo una vez mas, se puede nacer de nuevo en espíritu. Un nacimiento es una oportunidad para terminar un proceso de gestación, y emerger en un nuevo ser, dejando atrás el pasado, concluimos y cerramos una brecha para avanzar en un camino nuevo y surgir con cambios significativos convertidos en una mejor persona. Jesús nació del agua y del espíritu, como ejemplo primero, dejo muy claro que la redención del hombre estaba marcada por una decisión: "Seguirle", todo aquel que quiera nacer del agua como el hijo de Dios un día lo hizo, recibirá la salvación, porque Cristo es la salvación, asimismo no es necesario que entremos nuevamente en el vientre de nuestra madre para que en nosotros surga un nuevo nacimiento, basta con reconocer que Jesús es el señor y abrir la puerta de nuestro corazón para que él pueda entrar y obrar, los cambios que vienen dados después de esa decisión ya no dependen de un hombre, sino de aquel que un día llamo para brindarnos por amor salvación eterna.